miércoles, 1 de diciembre de 2010

Convivencia Anual 2010

El domingo 28 de noviembre en la localidad de T. M. de Anchorena el MCC realizó la tradicional convivencia anual, donde se reunieron los cursillistas para despedir el año y realizar una evaluacion de lo vivido en 2010.

La convivencia comenzó con la Santa Misa en la centenaria capilla que fuera cuna de tantas conversiones y vivencias, la misma estuvo oficiada por Pbro Juan Carlos Cipolla que en su reflexión sobre la palabra habló del adviento como tiempo de esperanza. Fue imposible frenar en el momento de el encuentro primero,y antes de la misa, recuerdos de los que hicieron sus cursillos ahi.

Luego vino la Ultreya con el titulo de "La alegria de de vivir el cuarto dia" que fue dirigida por el hermano Horacio  Iribarren, y en los trabajos en grupos se trató la problematica de la falta de candidatos para el cursillo y el rol de la comunidad.

Miguel Riglos y Catrilo deleitaron a los asistentes con un rico almuerzo.

Por la tarde se realizó el plenario donde se leyeron las preguntas y respuestas trabajadas por la mañana en los  grupos. Luego, el Pbro Antonio Martinez dijo que "toda institución como al igual que las personas afrotan dificultades en la vida pero nos llamó a no bajar los brazos y a confiar en Jesús, que viéndolo clavado en la Cruz no da ejemplo de entrega y amor".

Y ya terminando el encuentro algunos hermanos demostraron sus talentos, tanto en la actuación (la comunidad de Alpachiri hizo una obra de teatro), hermanos de Santa Rosa que cantaron a duo una comica canción, de la mano de Kelo de Miguel Riglos llegó la música ciudadana y al final David hizo demostracion de sus dotes de guitarrero y cantor y un matrimonio de Gral Pico bailó una chacarera.

Realmente fue una convivencia muy positiva para el movimiento, con profundidad meridiana en temas que hacen al apostolado de los hermanos en el cuarto día, y con momentos de debate y diversión igual de necesarios para que esta reunión de cursillistas sea completa.

De Colores.

*La editorial agradece el aporte del hermano Pedro Garro.















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