martes, 2 de septiembre de 2008

Mons. Poli tomó posesión del gobierno pastoral de Santa Rosa

"Aquí tienen a un hermano"

Durante una solemne Eucaristía celebrada el sábado 30 de agosto en la catedral local colmada de fieles, en la que dio gracias a Dios por “esta Iglesia que respira tradición, pero que también respira el Concilio Vaticano II, que respira el Magisterio de nuestros Pontífices, esta Iglesia viva, inserta en el mundo que peregrina en el mundo, que mira al cielo, pero que baja a las manos la ley del amor”, monseñor Mario Poli tomó posesión de la sede episcopal e inició su ministerio pastoral como cuarto obispo de Santa Rosa, en la provincia de La Pampa.

Tras lamentar la ausencia en la misa del primer obispo diocesano, monseñor Jorge Mayer, quien pese a sus 93 años tenía previsto viajar desde Bahía Blanca, pero un accidente doméstico hizo que los médicos le aconsejara no hacerlo, pidió a los sacerdotes que lo acompañen en su labor pastoral”.

“Aquí tienen a un hermano, no vengo con nada programado, no intenten sacarme opiniones en este momento porque no las tengo; quiero hacer el camino junto con ustedes, quiero ponerme en la huella que monseñor Bredice, uno de los pastores que hicieron fecunda esta Iglesia, y pido de ustedes colaboración, amistad, y todas las virtudes que coronan a un buen sacerdote”, subrayó.

La celebración comenzó presidida por monseñor Guillermo José Garlatti, arzobispo de Bahía Blanca, quien en su condición de metropolitano de Santa Rosa, lo puso en posesión de la sede pampeana.

Tras la lectura del mandato apostólico, documento en el que el papa Benedicto XVI designó a monseñor Poli obispo de Santa Rosa, monseñor Garlatti invitó al nuevo Pastor a ocupar su cátedra y presidir la celebración. Un gesto simpático fue el momento en que el metropolitano invitó al obispo saliente, monseñor Rinaldo Fidel Bredice, a entregarle a monseñor Poli el báculo, símbolo de la autoridad del pastor, gesto que fue aplaudido por todos los presentes.
Monseñor Bredice y los pampeanos
Minutos antes, monseñor Bredice, que tuvo a su cargo la homilía, recordó que “Jesucristo, ayer, hoy y siempre” fue durante estos 23 años en La Pampa, el lema que acompañó su servicio, y enfatizó que “Jesucristo ha sido la fuente y el culmen de mi tarea, mi consuelo y fortaleza, y de ahora en adelante, mi descanso”. También dijo haberse identificado con el caldén, árbol noble que puebla nuestros montes”.

“Es verdad: su madera es dura. Si corteza áspera. A primera vista sus espinas parecen rechazar a quien se le acerca y pareciera no querer entregarse, pero al llegar al corazón se descubre la calidez y riqueza de su madera, su bello color, y su agradable perfume. Así fue mi camino, a mí también me parecía al principio que el pampeano como el caldén, tenía una corteza dura, sus espinas punzantes, hasta que con el trato permanente, sincero, en actitud de diálogo, llegué a descubrir su riqueza, y la profundidad de su amistad”.

Tras repasar sus años como obispo, dijo que había generado “un vínculo profundo e indestructible” con la feligresía y que quiso ser “maestro de las cosas de Dios, sacerdote que hace llegar las bendiciones de Dios, pastor que guía hacia el cielo a las ovejas que son del rebaño”, reconoció que en la diócesis “queda mucho todavía por hacer” y expresó su gozo por la llegada de monseñor Poli.

Obispos concelebrantes y autoridades
La misa fue concelebrada por casi una veintena de obispos y 55 sacerdotes, 35 de Santa Rosa y otras 20 de diócesis vecinas.Concelebraron los arzobispos Héctor Aguer, de La Plata; y Guillermo José Garlatti, de Bahía Blanca; y los obispos Luis Teodorico Stöckler, de Quilmes; Marcelo Melani, de Neuquén; José Pedro Pozzi, emérito de Alto Valle del Río Negro; Juan Alberto Puiggari, de Mar del Plata; Néstor Hugo Navarro, de Alto Valle del Río Negro; Martín de Elizalde OSB, de Nueve de Julio; Joaquín Mariano Sucunza, auxiliar de Buenos Aires; Jorge Luis Lona, de San Luis; Gustavo Arturo Help, de Venado Tuerto; Fernando Carlos Maletti, de San Carlos de Bariloche; Antonio Marino, auxiliar de La Plata; Eduardo María Taussig, de San Rafael; Hugo Salaberry, de Azul; Raúl Martín, auxiliar de Buenos Aires; y Pedro María Laxague, auxiliar de Bahía Blanca.

Entre otras autoridades asistieron el doctor Luis Saguier Fonrouge, director general de Culto Católico de la Secretaría de Culto de la Nación; el gobernador pampeano Oscar Mario Jorge, su vicegobernador Luis Alberto Campos, otros funcionarios provinciales y municipales, autoridades militares y policiales, y Félix Testone, por la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina.

Consagración a la Patrona
Antes de terminar la celebración eucarística monseñor Poli pronunció una alocución en la que envió su primer mensaje pastoral a la diócesis. También consagró la diócesis a Santa Rosa de Lima, en el día de su fiesta litúrgica y le rogó: “muéstranos el camino de la misión audaz y perseverante; con tu entusiasmo misionero que contagia, queremos renovar el fuego de la Iglesia que existe para evangelizar”.

“Rosa del buen consejo a todos, mira y protege a los niños, a los niños pampeanos y también a los jóvenes, a los más desalentados, desesperados, a nuestros ancianos, los que están solos, los olvidados. Concede a nuestras familias especialmente vivir del amor que los une, y que no les falte el pan y el trabajo que dignifica”, pidió.+

Extraido de AICA
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